¡En esta comunidad, todos se nutren!
Los niños, con verduras recién cosechadas del huerto y con los huevos que les regalan las gallinas cada día.
Las familias, con lo que aprenden, con la venta del excedente de lo que producen, con la tranquilidad de que en sus casas cada día hay qué comer.
La Tierra se nutre con las ecotecnias que la abonan y la conservan.
Se nutren todos, con el intercambio de ideas, con las capacitaciones, con la fuerza que les da la unión, para juntos mejorar su entorno y sus vidas.
Y se nutren, también, los voluntarios de empresas, universidades y escuelas, que comparten con ellos y les dan una mano en la construcción de su futuro.
Es la comunidad de Botí, que como tantas otras más de los municipios de Acambay, Aculco y Timilpan, en el estado de México, son acompañadas por Nutre a un Niño, Asociación Civil.
Nutre, como todos conocen a la institución, tiene su origen en la solidaridad de un grupo de voluntarios del Colegio Vistahermosa, que se unió para ayudar a comunidades de Guerrero, golpeadas por el huracán Paulina.
La desnutrición y la pobreza que encontraron, los impulsaron a trabajar con un programa de nutrición y salud, precursor de su Modelo de Atención, y a constituirse legalmente, para hacer más efectiva la ayuda.
La desnutrición limita el potencial intelectual de una Nación
Comité permanente de nutrición del sistema de las Naciones Unidas
Es sabido que un niño desarrolla plenamente sus capacidades si está bien alimentado, es decir, si come adecuada y sanamente.
Sin embargo, existen otros factores que hacen que un niño pueda realizar sus potencialidades: la salud, la educación, la economía de la familia, el entorno.
Nutre sabe que la pobreza detona la desnutrición y que ésta, a su vez, limita las posibilidades de salir de la pobreza? un ciclo que se repite generación tras generación y que hay que romper para lograr el desarrollo sostenible.
Dicho ciclo tiene mayores posibilidades de romperse si se invierte en una adecuada nutrición y atención de la salud de la niñez desde sus primeros meses de vida.
Por otro lado, cuando los programas de nutrición se basan en la participación de las comunidades, éstas desarrollan capacidades de organización, análisis y acción, que les otorgan poder para enfrentar y superar los retos necesarios para salir de la pobreza.
Así, cuando Nutre a un Niño trazó su proyecto, fue evidente que el verdadero trabajo empezaba con la comunidad y con la familia, con su forma de vivir y concebir la vida, con su día a día.
Hoy, el Modelo de Atención de Nutre a un Niño contempla seis programas, con los que se promueve la inclusión, la participación y la cohesión social? Se implementan gradualmente en el transcurso de tres a cuatro años.
Éstos son:
- Diagnóstico Comunitario
- Nutrición y Salud Infantil
- Educación para la Salud Familiar
- Salud del Medio Ambiente
- Producción para el Desarrollo Económico
- Gestión y Desarrollo Comunitario
Con el Diagnóstico Comunitario se identifican los problemas que perciben y sienten los integrantes de la comunidad para definir las acciones que se emprenderán.
Con el programa Nutrición y Salud Infantil se evalúa el estado de los niños. A los que tienen desnutrición, se les entrega mensualmente un paquete nutricional y se les da seguimiento. Al mismo tiempo, se realizan campañas médicas, para el tratamiento de la anemia y la desparasitación familiar, y jornadas de estimulación infantil.
El programa Educación para la Salud Familiar promueve hábitos para una buena alimentación y prácticas de higiene personal.
El objetivo del programa Salud del Medio Ambiente es mejorar las condiciones de las viviendas con cuatro ecotecnias: estufas Patsari, cisternas de captación de agua pluvial, sanitarios secos y filtros purificadores de agua.
El programa Producción para el Desarrollo Económico, consiste en la construcción de huertos con sistema de riego por goteo? camas de lombricomposta y gallineros de traspatio que garantizan, por un lado, que las familias cuenten siempre con alimentos sanos y nutritivos y, por el otro, que tengan un ingreso adicional con la venta de su remanente.
Con el programa Gestión y Desarrollo Comunitario se forman promotores voluntarios, que son padres y madres de familia que han participado en los programas, quienes ayudan a replicar el Modelo de Atención en otras comunidades.
Hoy, estas familias que a sus cuatro años están graduadas, ya adquirieron el hábito y el gusto de comer las verduras de sus huertos. Nunca falta comida de calidad en sus casas Ya no van a la tienda, van al huerto, al gallinero o con los vecinos a hacer un intercambio enriquecedor.
Hoy, estas familias se sienten más seguras? los niños juegan, sanos, tienen confianza en un mejor futuro.
¿Por qué no celebrarlo con un mole o un pollo guisado, acompañado de una abundante porción de verduras, todo de la casa?
Y en la cocina, hoy, se sirve la mesa.
Y corriendo llegan todos y se sientan junto al calor de la estufa.